Son varios los factores a tener en cuenta al momento de colocar precio a una vivienda y aquí presentamos cinco de ellos que pueden resultar claves al momento de poner en venta una propiedad en el mercado inmobiliario.
1.- Ubicación
Uno de los factores a tomar en consideración al momento de colocar el precio a cualquier vivienda es, por supuesto, su ubicación. Y es que el sector donde la misma esté ubicada puede jugar a favor o en contra. La ventaja de una zona céntrica es la cercanía a puntos claves de la ciudad y la facilidad de traslado. Sin embargo, hay quienes pueden considerar esto una desventaja debido a la densidad poblacional y la contaminación acústica. Probablemente, una zona tranquila dentro de la ciudad y no a las afueras de la misma tendrá más demanda que una en pleno centro o en sectores suburbanos.
2.- Antigüedad
Puede pensarse que una vivienda de construcción reciente posee mayor valor que una de mayor antigüedad, no obstante, en algunos casos los años pueden sumar, sobre todo si se trata de construcciones con valor histórico, cuyas instalaciones se encuentran bien conservadas, lo cual puede considerarse un valor añadido al momento de tasar el inmueble.
3.- Superficie
Indudablemente, no solo influirán en el precio de la construcción los metros cuadrados dentro de la vivienda, también lo harán los metros del terreno y aquí sí puede aplicarse aquello de que más es más, pues cada metro cuadrado suma al precio final. En ocasiones, la extensión de la propiedad puede jugar en contra. En casos de terrenos demasiado extensos hay quienes optan por subdividir y vender en lotes, esto puede facilitar la venta y se estarían vendiendo varias propiedades en vez de una.
4.- Distribución
Más allá de la superficie hay un factor que puede determinar el precio del inmueble en cuestión y tiene que ver con la distribución y funcionalidad del espacio. Una distribución eficiente pasa por el aprovechamiento de cada metro cuadrado, pero también por generar armonía entre las distintas habitaciones. Muchos compradores prefieren una vivienda “lista para usarse”, a tener que invertir luego en reformas que pueden inflar considerablemente el presupuesto.
5.- Conservación
Evidentemente, el estado de la vivienda, de la finca e incluso de las adyacencias, puede inclinar la balanza a favor o en contra al momento de colocar el precio a la misma. Si la vivienda se encuentra en excelente estado, pero no así la finca o incluso el vecindario, esto incidirá de manera negativa al momento de ofertarla en el mercado.