A pesar de que las entidades bancarias ofrecen muchos tipos de hipotecas dependiendo de diferentes factores, lo habitual en nuestro país es elegir la hipoteca por el tipo de interés, y aquí es donde se engloban las hipotecas fijas, las hipotecas variables y las hipotecas mixtas, siendo las más frecuentes las dos primeras.
Sin embargo, en la actualidad, los bancos están apostando por esta tercera opción, en parte, gracias a la bajada del Euribor. Aunque es cierto que no todos los bancos ofrecen esta posibilidad y por lo tanto, son productos menos solicitados.
En Finques Ollé te explicamos en qué consiste la hipoteca mixta y cuando conviene contratarla.
La hipoteca mixta, como indica su nombre, es una combinación entre la hipoteca fija y la hipoteca variable, es decir, cuenta con unos años con un tipo de interés fijo, que suele ser el periodo inicial entre 3 y 10 años para posteriormente convertirse en una hipoteca variable, esto es, con un interés que depende del diferencial del banco más el Euribor.
Por lo demás, la hipoteca mixta cuenta con características similares a una hipoteca variable o una fija con respecto a la financiación máxima o la vinculación, aunque cuenta con un par de diferencias:
- El interés en los años en los que es fijo, suele ser un poco más bajo que el habitual en comparación con las hipotecas fijas.
- Las comisiones que se aplican suelen ser iguales que para las hipotecas variables, excepto la comisión por amortización anticipada, que en el periodo fijo serán más altas que en el variable.
Esto significa que antes de decidirnos por una hipoteca mixta tendríamos que compararla con las fijas y las variables para valorar si realmente conviene.
No obstante, hay un perfil de cliente a quién le puede interesar la hipoteca mixta, y es aquel que tenga una buena capacidad de ahorro, ya que estará pagando durante los primeros años una cuota fija y en el momento en que se convierta variable, podrá amortizar con los ahorros la hipoteca anticipadamente recortando el préstamo durante el periodo variable.
