Cuando encontraste a tu inquilino, seguramente pensaste que estabas ante una persona responsable con la que hacer negocios era definitivamente una buena idea. Pero después de varios incumplimientos con los pagos, es probable que esa percepción haya cambiado. Si este es tu caso, en estos momentos debes estar pensando, ¿y qué hago ahora? Lo primero que debes tener en cuenta es que, en España, la Ley de Enjuiciamiento Civil tiene un procedimiento que permite sacar de tu propiedad a un inquilino moroso. Para asesorarte en este camino, en este artículo te dejamos un paso a paso.
1 – Notifica
El primer paso es notificar el reclamo por escrito, de modo que quede constancia de que se están siguiendo los canales regulares. Según el abogado Mario Ledesma, “en primer lugar, hay que enviar una reclamación de la cuantía que debe el inquilino vía burofax al domicilio alquilado que consta en el contrato a efectos de notificaciones, esto es, con una certificación de texto y acuse de recibo en caso de que no llegue, con la mera intención de probar que sí se han seguido los pasos conforme determina el contrato”.
2 – Deja cumplir el plazo y toma acciones legales
Lo normal es que, después de un plazo de siete días luego del envío del reclamo, se proceda a iniciar el proceso de desahucio, interponiendo una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia más cercano a la propiedad. Este ente se encargará de pautar el juicio, así como la fecha del lanzamiento, la cual debe ser en una cantidad de tiempo menor a un mes desde el día del juicio. De este mismo modo, se le hará llegar la información al inquilino.
3 – Posibilidad 1: el inquilino cede
En este caso, el inquilino pagará las cuotas atrasadas, así como los gastos del proceso iniciado, y ―en caso de ser la primera vez que ocurre― podrá continuar ocupando la vivienda.
4 – Posibilidad 2: el proceso continúa
Aquí, el juicio se realizará y habrá una sentencia en un plazo de cinco días. Posteriormente, la comisión judicial llevará a cabo el lanzamiento, obligándolo a abandonar la propiedad.
