Para cambiar de banco lo primero que hay que hacer es abrir una cuenta en la nueva entidad y luego trasladar los servicios asociados de la antigua cuenta a la nueva, como, por ejemplo, cambiar la nómina del banco, cambiar los recibos y cancelar tarjetas.
Pero antes de cambiar de banco de manera definitiva hay que tener en cuenta estos detalles:
- Revisar la permanencia, ya que ciertos productos como las cuentas nómina pueden tener ciertas comisiones si la cancelamos, por lo tanto, es recomendable revisar el contrato.
- Con respecto a las domiciliaciones bancarias, normalmente el banco lo hace todo, pero hay que confirmar que no queda ninguna domiciliación en el banco antiguo.
- Cancelar las tarjetas. Hay que asegurarse de que estén realmente canceladas y a ser posible haber dado de alta las nuevas de la nueva entidad antes para evitar quedarnos sin medios para pagar cosas durante algunos días.
- Dejar la cuenta a cero y cancelarla, asegurándose de dejar la antigua cuenta sin dinero y pidiendo un certificado de cancelación para que no nos cobren comisiones de mantenimiento o intereses sobre descubierto.
Cambiar de banco tiene una serie de ventajas:
- Beneficiarnos de las distintas promociones que lanzan los bancos de productos con rentabilidades atractivas.
- Posibilidad de mejorar nuestras condiciones, así como cambiar a un banco sin comisiones para ahorrar mensualmente.
Si eres extranjero o has vivido en el extranjero y resides en España, tienes que realizar una serie de trámites y papeleos para regularizar tu situación, y una de ellas es la apertura de una cuenta bancaria, ya que con ella podrás tener el ingreso de las nóminas y optar con mayor facilidad a créditos y préstamos.
Actualmente y gracias al avance de la digitalización, los bancos españoles facilitan abrir una cuenta y disponen en sus páginas web de aplicaciones en las que informan de las ventajas y las comisiones que cobran, y que ayudarán al interesado a elegir qué tipo de cuenta o servicio es el más adecuado en su caso.