En la limpieza del hogar es importante que todos los habitantes de casa colaboren en todas las tareas, incluidos los más pequeños. Y es que gracias a colaborar en casa, los niños aprenden a ser responsables, a organizarse y a ser más comprometidos. Cuando los niños colaboran en las tareas del hogar se fomenta el desarrollo de la autonomía y también un mejor ambiente en casa y una mejor convivencia familiar.
Para los más pequeños, realizar las tareas del hogar puede resultar suficiente aburrido al principio. Sentirán que tienen que realizar una tarea muy difícil, por lo que puede que se nieguen a colaborar o que se hagan los remolones y, al final, acaben haciendo otras personas las tareas por ellos.
¿Cómo conseguir que los más pequeños del hogar colaboren en casa?
Los niños deben realizar tareas que puedan hacer y asignarles tareas concretas y coherentes con su edad. Deben ser bien entendidas por los niños y ejemplificadas previamente. Por ejemplo, si le decimos que ponga la mesa, debemos enseñarle y explicarle qué hay que poner en la mesa y dónde están los utensilios. Podemos ayudarle a realizar las tareas e indicarles cómo se van haciendo, pero no hacerlas por ellos.
Explicarles que todos los miembros de la familia forman parte de un equipo, y, como tal, cada uno tiene asignado una tarea para llegar al mismo objetivo. Explicarle la importancia de colaborar para que la convivencia familiar sea mejor.
Reforzar verbalmente de manera positiva cada vez que realice una tarea. Una buena forma de que realizar las tareas se convierta en un hábito, es premiar a los niños por ayudar en casa: si ayudan se llevan un punto. Cuando acumulen puntos, obtendrá un premio.
Cuando los niños no hagan la tarea, no hacerla por él. Con un tono tranquilo, se le repite la orden de forma clara y sin enfadarnos, animándole. Sino la realiza, hay que establecer una consecuencia advertida previamente. Por ejemplo, recoge los juguetes, cuando lo hagas podrás ver la televisión.
Puede que al principio nos resulte difícil conseguir que los niños colaboren. Una motivación positiva con una comunicación firme y tranquila, desde el respeto, es la clave para que el niño se convierta en una persona responsable, empática y colaboradora.