Si actualmente te estás planteando comprar una vivienda nueva o reformar una antigua, en Finques Ollé te contamos algunas ventajas que debes conocer.
Ajustas tu rentabilidad
Es más sencillo estudiar la rentabilidad que te puede ofrecer una vivienda de segunda mano que una de obra nueva. Puedes pedir presupuesto a una empresa de reformas, que estudie la vivienda y te aporte un presupuesto. Ahora bien, si el inmueble está dañado o requiere de muchas reformas es preferible comprar una vivienda de nueva construcción. Pero únicamente en casos muy concretos, cuyo precio de la reforma sea mayor que la diferencia con la otra vivienda.
Negociar el precio
Una vivienda nueva por norma establece un precio prácticamente fijo. Sin embargo, en una vivienda de segunda mano, podemos reducir el precio en función de aquellas reformas que deban acometerse en la misma. Si la vivienda está muy defectuosa podemos reducir su precio considerablemente alegando las reformas que deberemos realizar tras la compra. Además, el precio de partida siempre será más bajo que si es un inmueble nuevo debido al uso y desgaste que el inmueble ha tenido que someterse durante este tiempo. Si nuestro presupuesto es más limitado, siempre obtendremos un mejor precio comprando un inmueble de segunda mano que uno nuevo.
Personalizarlo a tu manera
Una de las ventajas de reformas una vivienda de segunda mano, es que los materiales, el diseño y el conjunto de la reforma se hacen según tus gustos y no los del diseñador que hizo aquella urbanización de nueva construcción. Al hacer una reforma a nuestro gusto, estamos proyectando nuestra personalidad en la vivienda, por lo que será más probable que nos encontremos más cómodos que en una de nueva construcción.
