Cuando hablamos de temas relacionados con el alquiler, normalmente utilizamos los términos de propietario e inquilino, que es una forma más fácil de distinguir a las partes involucradas, frente a las palabras de arrendador y arrendatario. No obstante, estos términos se definen de la siguiente manera:
- Un arrendador es el propietario de un bien que ha decidido ceder el uso de esa propiedad a otra persona (arrendatario) a cambio de dinero.
- Un arrendatario es la persona que tiene derecho a usar un bien que pertenece a otra persona (arrendador) a cambio de una remuneración.
Por lo tanto, un arrendador tiene como objetivo obtener una ganancia sobre un bien del que es propietario y el arrendatario busca satisfacer una necesidad disfrutando de un bien que no posee.
Ambos pueden ser personas naturales o jurídicas y el proceso de arrendamiento se formaliza a través de un contrato de arrendamiento o de alquiler, donde se establecen las condiciones para el uso y el aprovechamiento de la propiedad durante el tiempo estipulado, así como las condiciones y los deberes y derechos de las partes involucradas.
Asimismo, tanto el arrendatario como el arrendador tienen una serie de derechos y obligaciones:
- Por parte del arrendador:
- Derechos:
- Cobrar a tiempo la cantidad establecida.
- Cobrar los daños ocasionados por el arrendatario, si así lo estipula el contrato.
- Cancelar el contrato en caso de violación de alguna de las cláusulas.
- Obligaciones:
- Ceder el bien durante el tiempo que se haya establecido.
- Mantener el buen estado y funcionamiento de los bienes o servicios arrendados.
- Por parte del arrendatario:
- Derechos:
- Disfrute del bien durante la vigencia del contrato.
- Exigir las condiciones o reparaciones necesarias para el disfrute de dicho bien.
- Obligaciones:
- Realizar el pago a tiempo para poder disfrutar del bien.
- Entregar la propiedad en las condiciones establecidas.
- No destruir o modificar el bien arrendado.
- Permitir la revisión del bien por parte del arrendador.