El año 2020 supuso un punto de inflexión con respecto a muchos aspectos de la vida, incluyendo la arquitectura. Tanto los arquitectos como los diseñadores han empezado a ser mucho más conscientes del efecto que provoca la arquitectura en el confort y en el bienestar de los seres humanos por lo que hay una búsqueda constante para poder lograr mejorar la experiencia vital de las personas.
En Finques Ollé te contamos en qué consiste la arquitectura biofílica.
Una arquitectura o un diseño biofílico es una forma de intentar encontrar este bienestar en la arquitectura, integrando todo el espacio construido y diseñado con la naturaleza, utilizando materiales naturales e incluyendo elementos como sonidos de la naturaleza, espejos de agua, etc.
Una de las figuras más importantes que habla del concepto de biofilia es Edward Osborne Wilson en su libro del mismo nombre, en el que define la biofilia como un grado de conexión entre el ser humano y la naturaleza y otras formas de vida.
Hasta ahora, la forma de actuar humana con respecto a la naturaleza ha sido siempre transformar y explotar el espacio en función de sus necesidades, lo que ha provocado que hoy en día exista una gran desconexión con respecto a lo natural, además de no tenerse en cuenta los espacios que se habitan.
La biofilia en la arquitectura es una forma de conectar la naturaleza con el edificio, por eso el objetivo fundamental de construir bajo un diseño biofílico es asimilar el entendimiento del ser humano como una parte integral de la naturaleza, de manera que sea capaz de conocerla, mantenerla y comprenderla.
Son muchos los beneficios de aplicar biofilia a la arquitectura, incluyendo la mejora por ejemplo, de los enfermos en centros de salud o la reducción del nivel de absentismo en los lugares de trabajo, ya que un entorno de estas características aumenta la concentración y la creatividad.
Extrapolando la biofilia al diseño urbano, las ciudades también pueden llegar a permitir el desarrollo de actividades y estilos de vida aprendiendo de la naturaleza.
