Una gran cantidad de la población forma parte de los que arriendan pisos o casas por no contar con la liquidez necesaria para adquirir una vivienda. Sea porque están de paseo por una ciudad, o porque necesitan un techo donde formar su hogar, hay un gran flujo de personas que a diario buscan el mejor lugar para arrendar. Muchas veces, la desesperación o la impaciencia nublan la mente y el apresuramiento nos hace cometer errores que no sabemos cómo dar vuelta atrás y que luego lamentamos. Esto nos puede hacer sufrir algunas pérdidas irrecuperables que incluyen energía, tiempo y dinero. A continuación, te describiremos los errores más comunes a la hora de arrendar un piso o una casa.
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Cuando no compruebas que el arrendatario sea el propietario del piso podrías verte afectado en un futuro. Esto puede poner en riesgo el todo el esfuerzo invertido en una larga búsqueda, una complicada mudanza y el pago de gestiones relacionadas al proceso de alquiler. Si quieres evitar engaños, puedes revisar el Registro de Propiedad del inmueble. No sólo eliminarás la posibilidad de malgastar el esfuerzo, sino de situaciones desagradables como un subarriendo ilegal.
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Si tu contrato de alquiler ha sido gestionado por una agencia inmobiliaria y no has verificado quién correrá con los gastos de comisiones, estos podrían recaer sobre ti sin darte cuenta. Determina con la agencia y el arrendatario quién se ocupará de los gastos de las gestiones del alquiler.
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Si no intentas negociar tus derechos de inquilino, podrías perder maravillosas posibilidades. Los arrendatarios pueden ser flexibles acerca de realizar reformas al piso, así como también a negociar rebajas en la mensualidad.
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No revisar el contrato de alquiler es un error de suma gravedad. Dar por supuesto que todo lo que fue hablado está impreso en el papel es riesgoso. Puede que no todo lo que te convenía como inquilino esté escrito en el contrato.
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Si olvidamos realizar un inventario al llegar a la vivienda. Es importante que tanto el arrendatario como el inquilino estén al tanto de lo que hay o no hay en el piso antes de proceder a la mudanza.
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No dejar establecida la forma de pago puede generar malos entendidos. Esto será parte importante de tu comodidad como inquilino.
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Si accedes a pagar cuotas o deudas que sólo corresponden al arrendatario estás cometiendo un grave error. Cada quien debe hacerse cargo de sus responsabilidades. Es un derecho llegar a un hogar libre de deudas y es una muestra de dignidad negarse a realizar un pago que no te corresponde como inquilino.
