En una comunidad de vecinos siempre se buscan opciones y soluciones para reducir los gastos, por eso, la aparición de las farolas solares, que además contribuyen a minimizar el cambio climático, es una apuesta interesante y segura como alternativa a la iluminación convencional.
En Finques Ollé te contamos en qué consiste esta nueva iluminación para comunidades de vecinos.
Una farola solar, tal y como su nombre indica, funciona con energía solar, aunque también existen algunos modelos que utilizan la energía eólica para funcionar. Se trata de farolas que cuentan con una placa solar de pequeño tamaño en la parte superior, junto con una batería y un controlador de carga y consta de una luminaria LED de bajo consumo.
Son farolas con un aspecto muy curioso pero que se pueden adaptar a diferentes tamaños y diseños, además de que cuentan con una instalación y un mantenimiento muy sencillos.
En el caso de las comunidades de vecinos, se trata de una opción que se está consolidando, ya que no solo suponen un ahorro en la factura de la electricidad sino que además no necesitan demasiado mantenimiento y cuentan con una larga vida útil, por lo que no es necesario desembolsar grandes cantidades de dinero para poder mantenerlas. Además, se convierte en una posibilidad de poder contribuir al medio ambiente por parte de la comunidad.
El mercado cuenta con diferentes tipos de farolas solares entre las que se incluyen lámparas de 20W, de 30W y de 40W, dependiendo de las necesidades específicas de la comunidad y del espacio. No obstante, las farolas solares se pueden instalar en diferentes lugares, incluyendo patios o jardines comunitarios.
Para poder aprovechar bien este tipo de iluminación, es fundamental diseñar un proyecto que satisfaga las necesidades de la comunidad para incluir aquellas farolas que sean estrictamente necesarias y evitar gastos excesivos, así como tener en cuenta aspectos como: la zona geográfica, la irradiancia solar y otro tipo de factores para que la iluminación esté completamente adaptada a la comunidad.