La Hacienda pública dispone de un método específico para fijar el precio de una propiedad, lo cual es crucial, ya que este valor determinará los impuestos aplicables a la vivienda bajo determinadas circunstancias. En Finques Ollé te contamos todo lo que debes saber al respecto de este valor.
El valor fiscal de un inmueble es un dato esencial en el sector inmobiliario. Determinarlo correctamente es fundamental para evitar sorpresas, como sanciones o ajustes fiscales a posteriori. En este artículo, se explora qué es el valor fiscal, cómo se calcula y cómo impacta en las obligaciones tributarias de los propietarios.
El valor fiscal de una propiedad es una cifra que asigna la Agencia Tributaria (AEAT), y se utiliza para calcular los impuestos relacionados con la transmisión de un inmueble, como en casos de compraventa, herencias o donaciones. Este valor no debe confundirse con el valor catastral, ya que su cálculo es diferente y busca reflejar con mayor precisión el valor de mercado del inmueble.
El valor fiscal se determina considerando el valor de referencia de mercado, una estimación realizada por la Dirección General del Catastro. Para ello, se tiene en cuenta el precio real de mercado, el cual puede estar influenciado por factores como el estado del inmueble, su antigüedad y los precios de transacciones en la zona. A continuación, se aplica un factor de corrección para asegurar que el valor fiscal no supere el precio medio de mercado.
El valor fiscal se utiliza para calcular varios impuestos relacionados con la transmisión de propiedades. Por ejemplo, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) grava la compra de viviendas de segunda mano, utilizando el valor fiscal como base mínima. También se aplica en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
La principal diferencia entre el valor catastral y el valor fiscal radica en su propósito y método de cálculo. El valor catastral se utiliza para el cálculo de impuestos como el IBI, mientras que el valor fiscal tiene fines tributarios y se ajusta para aproximarse al valor de mercado.
