La cédula de habitabilidad es el documento que acredita que una vivienda cuenta con los requisitos de salubridad, higiene y solidez mínimos para poder ser habitada.
La obtención de la cédula de habitabilidad depende de cada comunidad autónoma pero en general, hay aspectos importantes que tienen que aparecer en este certificado, como por ejemplo: la superficie útil y la distribución del espacio, así como la altura mínima que puede variar de unas habitaciones a otras.
Hay tres tipos de cédula de habitabilidad:
- La cédula de habitabilidad de primera ocupación, que viene a ser la licencia de primera ocupación y la entrega el Ayuntamiento al promotor.
- La cédula de habitabilidad de primera ocupación por rehabilitación, que se da en el caso de que el inmueble haya sufrido una gran rehabilitación.
- La cédula de habitabilidad de segunda ocupación, que son para viviendas preexistentes y habitadas anteriormente.
Dependiendo del tipo de célula de habitabilidad tendrá una vigencia u otra:
- Para la cédula de habitabilidad de primera ocupación, tiene una duración de 25 años.
- Tanto para la cédula de habitabilidad de primera ocupación por rehabilitación como para la de segunda ocupación, tienen una vigencia de 15 años.
La cédula de habitabilidad es necesaria para alquilar o vender una vivienda, así como para dar de alta los suministros como el agua, la luz o el gas.
Este documento no es obligatorio en todas las comunidades autónomas pero en el caso de Cataluña, es necesaria para poder alquilar o vender un inmueble.
El coste para la obtención de la cédula de habitabilidad depende de la empresa contratada, del tipo de vivienda y de las tasas que exija el Ayuntamiento, así como el visado del Colegio, en general, no suele costar más de unos 200€.
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