El certificado de eficiencia energética es un documento con una validez de diez años en el que se detalla la eficiencia de un edificio. Es decir, cuál es su nivel de consumo de energía y, por ende, de emisiones de dióxido de carbono.
Categorías de eficiencia energética
En este certificado los inmuebles son catalogados con diferentes etiquetas energéticas que van desde la letra A hasta la G, siendo la A la calificación máxima y la G la mínima. El objetivo del certificado de eficiencia energética es dar a conocer a futuros inquilinos o propietarios cuál será el consumo de energía aproximado de la vivienda o local.
Existen algunos edificios que no están obligados a poseer el certificado, pero existen otros casos en los que es totalmente obligatorio, como los edificios de nueva construcción, aquellas propiedades que se pongan a disposición de un nuevo inquilino o propietario y los edificios o partes de estos en los que tenga presencia una autoridad pública que ocupe una superficie útil total mayor de 250 m2 y cuyo espacio esté abierto al público.
¿Quién debe solicitar este certificado?
Dado que obtener el certificado de eficiencia energética conlleva cierto gasto, a veces no queda totalmente claro quién es la persona que debe solicitarlo. La ley dicta que debe ser el propietario del edificio y este debe también conservarlo e inscribirlo en el correspondiente registro.
¿Y si la propiedad no cuenta con el certificado?
En ese caso estaremos incumpliendo la legislación existente con la consiguiente exposición a posibles sanciones o multas por parte del organismo pertinente. Es por esto que lo más apropiado será ponerse en contacto con técnicos competentes que realicen la correspondiente inspección de la propiedad y expidan, así, el consiguiente certificado de eficiencia energética necesario para poder alquilar o vender nuestras propiedades.