Has elegido una vivienda y has decidido comprar, ¿ahora qué? En Finques Ollé queremos explicarte lo que debes hacer.
Una vez elegida una vivienda lo siguiente que deberías hacer es acercarte al Registro de Propiedad y solicitar la nota que hace constar que dicha propiedad no posee ningún tipo de carga inscrita en ella.
Las cargas son arreglos mediante los cuales el propietario adquiere algunas deudas u obligaciones a través de su vivienda, estas pueden pasar de un propietario a otro en caso de una venta, por lo que acudir al registro y conocer de antemano si existe alguna, puede ahorrarnos muchos dolores de cabeza. Varios tipos de cargas pueden pesar sobre una vivienda, pero en este artículo explicaremos un poco la que es quizás la más frecuente: la carga hipotecaria.
Una carga hipotecaria es una deuda que se adquiere con una entidad financiera en la que se usa un bien inmueble como garantía y compromiso de pago. El período por el que se contrata una hipoteca puede durar hasta unos cuarenta años y puede hacerse a un interés fijo o variable.
Si descubres que la vivienda que estás por comprar cuenta con una hipoteca, tienes dos opciones:
Solicitar al vendedor que realice el pago de la deuda antes de la compra, de forma que la adquieras totalmente libre de cargas.
Subrogarte a la hipoteca. Para ello requieres el consentimiento de la entidad financiera y podrías inclusive involucrar a una segunda entidad si esta presenta una oferta vinculante con mejores condiciones que las que la hipoteca concedió originalmente. En este paso se debe notificar a la entidad inicial y esperar a que acepte.
Cómo ves estos trámites pueden ser tediosos o incluso acabar produciendo algún disgusto si hay una información errónea o tardía. En Finques Ollé somos expertos en este tipo de transacciones. ¡Consúltanos!