Las tasas de basuras son un impuesto local creado por los ayuntamientos para cubrir los costes de la recogida, limpieza, tratamiento y reciclaje de residuos. A partir de 2025, se aplicarán cambios significativos debido a una directiva europea que establece nuevas metas y requisitos para la gestión de residuos. En Finques Ollé te explicamos qué incluye y cómo se determina su coste.
Este impuesto cubre los servicios de recogida de basura y limpieza de contenedores, así como el tratamiento y reciclaje de desechos. Los ayuntamientos pueden gestionar estos servicios directamente o a través de empresas externas. La tasa de basuras se aplica cuando el servicio se pone en marcha en un área específica, y varía dependiendo de cada municipio.
El cálculo de la tasa no es único y depende de diversos factores que cada municipio define anualmente. Entre los criterios más comunes están el tamaño de la vivienda, el consumo de agua, el tipo de inmueble y la cantidad de basura generada. Algunos municipios establecen una tarifa fija para todos los hogares, mientras que otros ajustan el importe según la ubicación o el valor catastral del inmueble.
La obligación de pagar la tasa recae sobre propietarios, inquilinos y otros usuarios de viviendas o locales dentro de las áreas con este servicio. En el caso de alquileres, el propietario puede transferir el pago al inquilino, siempre que esté estipulado en el contrato.
La nueva tasa de basuras que entrará en vigor en 2025 busca reflejar los costes reales de gestión de residuos y fomentar la economía circular, basada en la jerarquía de prevención, reciclaje y valorización energética. Según la normativa europea, los municipios deben asegurar que los ingresos generados cubran el coste total del servicio sin generar pérdidas.
Además, se implementará un sistema de pago por generación, en el que los ciudadanos pagarán según la cantidad de residuos que generen. Esto promoverá una gestión más responsable y sostenible de los desechos.