Las últimas estadísticas lanzadas por la INE revelan que cada vez son más los usuarios que deciden comprar viviendas de segunda mano antes de que una vivienda de obra nueva. Pero, por qué iba a comprar alguien una vivienda vieja pudiendo estrenar una propia? Hoy en Finques Ollé te indicamos algunos buenos motivos para reformar una vivienda antigua.
En una vivienda de obra nueva los argumentos en favor de la compra o de la venta los tiene el vendedor. Una vivienda nueva no ofrece razones o motivos por el que variar el precio, que es prácticamente fijo. Si la vivienda está muy defectuosa podemos reducir su precio considerablemente alegando las reformas que tendremos que realizar después de la compra.
Además, el precio de partida siempre será más bajo que si es un inmueble nuevo a causa del uso y desgaste que el inmueble ha tenido que someterse durante este tiempo. Si nuestro presupuesto es más limitado, siempre obtendremos un mejor precio comprando un inmueble de segunda mano que uno nuez.
Es más sencillo estudiar la rentabilidad que nos ofrecerá una vivienda de segunda mano que de obra nueva. Por lo que podemos pedir presupuesto a una empresa de reformas, que estudie el inmueble y nos dé un presupuesto cerrado. Ahora bien, si el inmueble está muy dañado o tiene daños estructurales irreparables es preferible comprarse una vivienda de nueva construcción. Pero únicamente en casos muy puntuales, el precio de la reforma será mayor que la diferencia con el otro inmueble.
Otra de las ventajas de reformas una vivienda de segunda mano, es que los materiales, el diseño y el conjunto de la reforma se hacen según tus gustos y no los del diseñador que hizo aquella urbanización de nueva construcción. Al hacer una reforma a nuestro gusto, estamos proyectando nuestra personalidad en la vivienda, por lo cual será más probable que nos encontremos más cómodas que en una de nueva construcción.
¿Prefieres comprar una vivienda nueva o reformar una antigua?